Comprar una casa con terraza lleva un coste añadido que todos asumimos como normal, cuando pensamos en que vamos a disfrutar de las templadas tardes de primavera/otoño o de las cálidas noches de verano. ¿Tal vez una barbacoa en invierno para levantar el ánimo?

La terraza es esa vía de escape que todos merecemos en casa.

 

Pero ya sea un pequeño jardín, una azotea o un amplio balcón, toda terraza necesita una mínima inversión cuya primera pregunta es: ¿qué ponemos aquí?

 

 

 

La pérgola bioclimática está pensada para sacar el máximo provecho de las condiciones meteorológicas y lumínicas del exterior, pudiendo gestionarlas a placer.

 

La tecnología se pone a tu servicio para alcanzar las más altas cotas de comodidad sin sacrificar el pragmatismo, al ser capaz de adaptar la luz, la temperatura, la circulación del aire y la impermeabilidad como nunca antes, y, gracias a la gran variedad de colores RAL y su diseño minimalista, provocar el menor impacto arquitectónico posible.