Tal vez se nos ha dicho que para vivir experiencias debemos viajar por el mundo. Pero después de dar el primer paso, es volver a nuestro hogar lo primero en lo que pensamos.
Visitas monumentos, hábitats peculiares y casas de otros. ¿Por qué no tu casa?
Cuando ya no quedan fronteras que traspasar o lugares por descubrir, uno vuelve la vista atrás y se da cuenta de todo lo que queda por explorar en el lugar del que venimos.
Con más dedicación que esfuerzo, nuestro hogar puede convertirse en un sitio excitante en el que se pueden vivir mil y una experiencias.
Transformarlo, modelarlo y decorarlo es algo que está tan cerca de nosotros, que muchas veces no nos damos cuenta de que nuestro propio hogar es esa apasionante frontera que aún nos queda por explorar.
Hagamos de nuestro hogar un sitio digno de visitar.